La propuesta de este espacio es difundir e intercambiar ideas y experiencias pedagógicas para la construcción de una cultura de paz
Todos somos parte de la amorosa energía que da vida a nuestro planeta…
Nuestras acciones como individuos nos liberan o nos condenan como sociedad.
Te invito a compartir este ideal de cultura de paz en cada pequeña elección de nuestra vida diaria.

Fraternalmente:
A. Z.
10 de febrero de 2011



“La cultura de paz es el pleno respeto a
la dignidad y a los derechos
individuales y colectivos de
las personas y de los pueblos.”

Rigoberta Menchú Tum



miércoles, 30 de julio de 2014

Martha Argerich y Daniel Barenboin




La Orquesta del Diván es un ejemplo de convivencia, aunque en este momento de extrema tensión en Medio Oriente, están todos un poco nerviosos.  Es una bendición venir a Buenos Aires, como una demostración de lo que puede conseguir la gente civilizada cuando está dispuesta a comprenderse”

                                                Maestro Daniel Barenboim

domingo, 20 de julio de 2014

Li M´in, una niña de Chimel



Ésa era mi vida, cuando yo era niña en Chimel.
Yo me la recuerdo como una vida llena de paz y  armonía.
Vivíamos en armonía con la naturaleza: el río nos bañaba y nos divertía, los pájaros llenaban de canciones las mañanas, los animales nos alimentaban y acompañaban, las montañas nos protegían, la tierra sagrada nos regalaba los frutos de sus entrañas.
Vivíamos en armonía con nuestros vecinos del pueblo. La iglesia se llenaba de gente. Las mujeres se tapaban la cabeza y los señores se quitaban el sombrero. Cuando no había sacerdote católico, mi papá y otros catequistas leían la palabra de Dios. Los abuelos nos enseñaron que la fe y la religión que dejaron nuestros antepasados no pelean o no chocan con ninguna otra fe o religión del mundo.  Cada vez que entremos en un templo religioso, no importa de qué religión sea, tenemos que respetarlo con profunda reverencia, porque es un lugar de oración. También los Chuch K´ajaw, los guías espirituales mayas, oficiaban  con el pom y con las antiguas oraciones de nuestro pueblo. Los hombres se ayudaban en las faenas del campo. Las mujeres se daban consejos y se regalaban comida. La caricia de un anciano en la cabeza era como una copita de miel en el corazón.
Nuestros padres y nuestros abuelos nos daban su amor Esto era lo principal. Recibíamos el amor de nuestros familiares, de nuestros hermanos, de nuestros vecinos. Y nosotros les dábamos amor. Cuando había peleas, intervenía todo el pueblo para dar la razón o quitar la razón. Y se restablecía el afecto entre las gentes.
Y así como yo me llamo Li M´in, y soy como un día despejado y tranquilo, como un día domingo, llena de sol en mi corazón, de alegría en mi sonrisa, de optimismo en mi cabeza, así quisiera que volvieran los días cuando yo era niña, con la montaña protectora, el río refrescante, los pájaros cantores. Pero quisiera que volvieran para todos, no sólo para mí. Que el mundo fuera como recuerdo que era Chimel.
Cuando yo era niña, en Chimel.


                                               Rigoberta Menchú
                                               con Dante Liano


Oscuridad

El dolor crece bajo un cielo triste y sombrío.
Temerosos ojos bucean ante un grave rugido.
Busco al despertar
amar y dar.
Con la imaginación germina un nuevo mundo florido.

A. Z.


en la semilla está el bosque

sembrando oxígeno

Luz

Un niñito sabio que en un pesebre nació
los misterios de la vida enseñó cuando creció:
“la paz
y la libertad
son joyas para quien descubre el verdadero Amor.”

A. Z.