A la sombra del templo mi amigo y yo
vimos a un ciego, sentado allí, solitario.
- Mira – dijo mi amigo – ése
es el hombre más sabio de nuestra tierra.
Me separé de mi amigo y
me acerqué al ciego. Lo saludé y conversamos.
Poco después le dije:
- Perdona mi
pregunta: ¿desde cuándo eres ciego?
- Desde que nací – fue su respuesta.
- ¿Y qué sendero de sabiduría sigues? – le dije entonces.
- Soy astrónomo - me contestó el ciego.
Luego se llevó la mano al pecho y dijo:
- Sí,
observo todos estos soles y estas lunas y estas estrellas…
KHALIL GIBRAN, “El Loco” (1918)
Que bello Alma!!!!!!!!!!!!!
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